Hubo movilizaciones masivas por el desfinanciamiento en discapacidad por parte de Nación. La mamá de Ian Moche, activista en autismo, contó sobre un encuentro con el director de Discapacidad
Hoy el centro de Villa María se llenó de personas caminando por la calle para reclamar y visibilizar lo que está pasando con la política estatal de discapacidad: un arrasador desfinanciamiento que deja en una situación de mayor vulnerabilidad a quienes por su discapacidad ya son vulnerables, y que precariza aún más a los trabajadores del sector.
La movilización, muy concurrida, se replicó en distintas ciudades del país, en el marco de los recortes y ajustes del Gobierno de Javier Milei que impactan de lleno en la ciudadanía, más en los más débiles.
También hoy se conocieron declaraciones de Marlene Spesso, mamá de Ian Moche, un niño de 12 años que es activista en el autismo. Un militante que suele recorrer el país contando cómo viven las personas que, como él, presentan autismo.
En diálogo con la periodista Evangelina Himitian de LN, Marlene contó cómo fue un encuentro que a poco de asumir Milei tuvieron junto con Ian con el director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo.
En ese momento, el funcionario les dijo que consideraba que el Estado no tenía que ser responsable de las personas con discapacidad. "Si tu hijo nació con discapacidad, la responsabilidad es de la familia", le dijo a la mamá de Ian.
- Disculpame Diego, pero vos no podés quitarles a las personas con discapacidad un derecho que ya tienen. Entonces me mira, se incorporó en la silla y me increpó. “¿Qué derechos? ¿El derecho de no pagar un peaje? ¿El derecho de no pagar una patente? ¿Por qué vos no pagás y yo sí?
Así fue la conversación, según contó Marlene.
Dijo Marlene que, lamentablemente, las madres de chicos con discapacidad, las familias en general, están "acostumbradas" al maltrato.
La mamá también hizo estos comentarios, entre muchos otros:
"Las personas con discapacidad no son contratadas ni por el Estado ni por las empresas privadas, porque además una empresa privada tiene que adecuar el lugar. A mi hijo lo ven funcional porque se comunica muy bien, pero si a él lo metes en un espacio donde los estímulos son intensos, hay música, hay luces, hay olores… toda esa información llega de forma muy desregulada a su cerebro, él no puede estar allí. A veces ni puede estar dentro del colegio para los apoyos necesarios".
"Tenés que recorrer 50 escuelas, y cuando contas el diagnóstico te dicen que no tienen vacante. En una escuela, dije que no me podían negar la posibilidad de inscripción. Al final me dijeron, bueno, te la damos porque es una persona… Eso es mucha violencia".
"Cuando te dan el diagnóstico de discapacidad de tu hijo, todos los padres lo primero que pensamos es qué va a pasar con él cuando yo no esté. ¿Quién lo va a cuidar? Ahora es peor, porque sabés que el Estado no lo va a cuidar".
"Esto de decir qué las personas con discapacidad tienen beneficios, como por ejemplo el libre estacionamiento, no pagar peajes, lo piensa mucha gente".
"Desde hace muchos años ningún presidente habla en serio de discapacidad. Pero hoy tenemos un presidente que baja una línea de violencia absoluta hacia todos y eso incluye a las personas con discapacidad".
"Los que tienen pensiones por discapacidad y cobran 180.000 pesos, son convocados a auditorías el mismo día. Hay colas de siete u ocho horas. Eso es denigrar a una persona. Hay personas en silla de ruedas esperando. Cuando auditar es otra cosa, es confirmar que ese diagnóstico corresponda a esa persona, no poner en tela de juicio su diagnóstico".
"Hace años, los profesionales empezaron a decir: en vez de pasar dos horas semanales, que eran las reales, vamos a pasar ocho, por ejemplo de fonoaudiología, porque el nomenclador está bajo. Y todos lo sabemos, los padres y las autoridades, pero tenemos que firmar para que atiendan a tus hijos. Esto viene pasando desde, por lo menos diez años. O sea, hoy es la gota que rebalsó el vaso. A la pecera de la discapacidad todos los gobiernos le fueron sacando un vaso. Hoy el pez se está muriendo asfixiado".
En este contexto institucional, en febrero pasado, Spagnuolo firmó una resolución en la que se emplearon términos como “idiota”, “imbécil” y “retardado mental” para referirse a las personas con discapacidad. Por el rechazo y escándalo que se generó, hubo disculpas oficiales pero el funcionario no fue apartado de su cargo, sino dos empleadas de Andis de menor rango.
Cada persona o institución puede presentar un proyecto individual y un proyecto grupal acorde a las tres categorías de la iniciativa